Y de repente llegas tú. Nunca había conocido a nadie que de verdad pensara que yo valía la pena,hasta que te conocí a ti, y tú lograste qu...
miércoles, 12 de octubre de 2011
..
La duración de un relato es como la de un sueño, no decidimos el momento en que nos dormimos ni en el que nos despertamos. Y, sin embargo, avanzamos, continuamos. Quisiéramos hacer un gesto, tocar al personaje, mimarlo, cogerle la mano por ejemplo. Pero nos quedamos ahí, sin hacer nada. Habrá pasado toda la vida y no habremos hecho nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario