Dicen que son las cosas buenas las que llegan cuando menos te lo esperas.
Cuando te consideras una persona sin importancia, de esas que no dejan huella, que no se recuerdan, cuyo nombre no aparecerá en las enciclopedias, entonces, de repente, ocurre, y alguien te recuerda porqué estás aquí , que has venido a hacer y todo lo que has conseguido a lo largo de tu insignificante vida.
Me gusta mucho esta entrada, me siento bastante identificada con ella :)
ResponderEliminarUn besito desde..
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(K)